México es el país más mortífero del mundo. A la violencia y los asesinatos -cerraba 2022 con 17 muertos por el desempeño del oficio-, cabe sumar los hostigamientos y presiones de poder que afectan la labor periodística. En este episodio de Hablando con Warkentin…Gabriela Warkentin conversa con Eduardo Cheche Torres, corresponsal en Chiapas, y con Gloria Reza, en Jalisco, para visibilizar los peligros que se viven desde el interior del país
“Ser periodista es ser invisible, es filmar con una cámara, el único aliado en este trabajo que se hace en la frontera sur; es también salir a la calle sin saber si hay vuelta a casa”, dice Cheche Torres durante el episodio. La prensa, dice Warkentin, es atacada cada 14 horas. Año tras año, según informa Reporteros sin Fronteras (RSF), el país sigue siendo uno de los más peligrosos y mortíferos del mundo. Desde el año 2000, la organización ha registrado más de 153 asesinatos de periodistas dentro de sus fronteras.
No es solo la violencia, las presiones y amenazas han ido de la mano con los años de Reza como reportero en Jalisco. En el podcast, cuenta algunos de los casos en los que tuvo miedo. En 2007 formó parte de la investigación de una red de pedofilia en la que estaba involucrado el exfiscal (pariente del actual exfiscal) de Jalisco, Tomás Coronado. “Cuando sigues [al tema], los policías de investigación me seguían a todas horas adondequiera que iba. Me estaban intimidando”, expone en el episodio.
Reza llegó presionado incluso por los familiares de Pablo Lemus, exalcalde de Guadalajara. “A su mamá le molestaron las críticas. Me dijo que iba a mandar a sus policías a matarme”, cuenta. La corresponsal afirma que la situación que vive en su día a día es más complicada porque su familia depende económicamente de ella. “Si me pasa algo, ¿qué harías?” ella concluye.
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