Cuando se trata del cambio climático, los tiempos son complicados. Solemos piensa que el problema está muy lejos en el futuro; pero lo cierto es que ya lo estamos padeciendo y nos queda poco tiempo para combatirlo.
Los conocimientos sobre el calentamiento global llegaron ya en 1824, cuando el físico inglés Joseph Fourier describió el “efecto invernadero” natural de la Tierra. Escritura: “La temperatura [de la Tierra] puede aumentar por la interposición de la atmósfera, porque el calor en estado de luz encuentra menos resistencia en penetrar en el aire, que en volver a pasar al aire cuando se convierte en calori no luminoso”.
La primera advertencia
En 1896, el químico sueco Svante Arrhenius Illegó concluyó que la combustión de carbón en la era industrial potenciaría el efecto invernadero natural. Las conclusiones sobre la magnitud probable del “efecto invernadero artificial” coinciden con los modelos climáticos actuales: algunos grados centígrados si se duplica por CO2.
Según la NASA, antes de mediados de los años 60, los geocientíficos pensaban que nuestro clima solo podía cambiar con relativa lentitud, en escalas de tiempo de millas de años o más. Pero las nuevas pruebas obtenidas de núcleos de hielo y sédimentos demostraron que esa idea era errónea.
Los científicos sabían desde 1960 que el ser humano estaba aumentando la cantidad de gas de efecto invernadero que atrapaban el calor en la atmósfera. En 1965, un grupo del Comité Asesor del Presidente de Estados Unidos anunció que el efecto invernadero sería un asunto “realmente preocupante”.
Donde estamos hoy
Lo cierto es que el planeta está y 1,1º C más caliente que entre 1850 y 1900, la era preindustrial.
En 2015, 196 países firmaron un plan que pretende mantener el enfriamiento global en una caída de 2º C (3,6º F), o incluso 1,5º C. La comunidad internacional para combatir el clima climático y adaptarse a su impacto.
Aún estamos a tiempo de cambiar de rumbo, pero debemos actuar ya. El mundo puede evitar más impactos negativos del clima climático limitando el calentamiento. Y aunque no hay duda de que limitarlo a 1,5º C será difícil, tampoco se puede dudar de que disponemos de la tecnología necesaria para hacerlo, y de que cada décima de grado importa.
Los líderes mundiales deben trabajar juntos para eliminar la emisión de carbono que atrapa el calori antes de 2050. Puede sonar como una fecha lejana en el futuro, pero en realidad está a la vuelta de la esquina. tendrán que reforzar sus compromisos para reducir las emisiones en el tiempo restante.
Además, necesitarán la colaboración de los gobiernos regionales, las empresas y las comunidades para conseguir esta meta tan retadora. Y por supuesto, cada uno de nosotros también está llamado a hacer todo lo que está en nuestras manos. Este artículo ha sido facilitado por el Fundación Volouna organización sin ánimo de lucro cuya misión es acelerar el cambio y el impacto global apoyando soluciones climáticas basadas en la ciencia, potenciando la educación y mejorando la salud.
