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De la hija de Salma Hayek al hijo de Niurka Marcos: los ‘bebés nepo’ mexicanos se abren paso en la industria de sus padres

De la hija de Salma Hayek al hijo de Niurka Marcos: los ‘bebés nepo’ mexicanos se abren paso en la industria de sus padres

Derbez, Aguilar, Fernández… Las alertas de bebe nepo —hijos de famosos que se suben al carro de la fama familiar— también resuenan en México. El neologismo fue una de las palabras más presentes en las redes sociales el año pasado para marcar el cambio de tendencia entre los internautas, que pasaron de adorar a los hijos de los famosos a odiarlos. La lista de personajes con apellidos importantes en las pantallas mexicanas incluye grupos que han forjado dinastías. Es el caso de los hijos y nietos de la legendaria actriz Silvia Pinal, pero también hay nombres que ahora están ganando protagonismo en solitario, como Emilio Osorio o Paul Stanley, con la reality show de televisa La Casa de los Famosos. La última en sumarse a la tendencia fue la hija de Salma Hayek, Valentina Pinault, quien con tan solo 15 años y en una de sus primeras entrevistas dijo que quería ser actriz y directora porque “eso es lo que tiene sentido en mi cabeza”. ”. Unas declaraciones que no sorprendieron a nadie.

Como Pinault, muchos jóvenes nacen con el camino marcado por la estela de la fama de sus padres. Aprendieron a caminar y hablar con la luz de los focos, y ya no pueden imaginarse sin ellos. Pero, ¿por qué son tan odiados si llegan a alcanzar el estrellato? La ola de comentarios despectivos hacia los hijos de los pesos pesados ​​de Hollywood generó el término “hijos del nepotismo” o bebe nepoque fue recogido en una columna de Nate Jones en la revista buitre para terminar de consolidar la palabra: “Como la psoriasis, esta etiqueta es algo con lo que se nace”.

Emilio Osorio lleva esa marca consigo. El joven de 20 años que ahora es noticia por su participación en el Gran Hermano mexicano La Casa de los Famosos Es hijo del productor Juan Osorio y la cantante Niurka Marcos. Un repaso a la filmografía de Emilio rápidamente revela que todos los papeles que ha tenido en su carrera en series o telenovelas coinciden con la lista de producciones de su padre. Las esporádicas apariciones de su madre en el Espectáculo en la moda y sus reacciones cuando escucha cómo perdió la virginidad o mientras relata la muerte de uno de sus hermanos garantiza más audiencia para el canal.

Los músicos Alex, Vicente y Alejandro Fernández en Las Vegas (EEUU), en 2021.Chris Pizzello (AP)

El legado de Osorio está presente en muchas otras familias ricas mexicanas que heredaron el poder y el éxito, pero ahora Internet los ha colocado ante un nuevo espejo, más crítico con el privilegio. El columnista estadounidense lo resume dentro del nuevo fenómeno del despertar de las nuevas generaciones. “Un bebé es una bendición, un bebé nepo es la prueba física de que la meritocracia es una mentira”, escribió en una sección de la revista ‘Nueva York’.

El término hizo ruido principalmente en Estados Unidos, tierra del sueño americano, donde sigue muy vigente el mito de que con esfuerzo se consigue cualquier cosa. En consecuencia, algunos protagonistas de esta polémica insisten en que el término es injusto porque no tiene en cuenta el talento, como en el caso de Maude Apatow (la actriz que da vida a Lexi en Euforia) o con Lily-Rose Depp. “Creo que tengo que trabajar el doble para demostrar que no soy solo un apellido”, dijo la hija de Johnny Depp antes de ser devorada por las críticas.

En México, un país con menor movilidad social, el discurso de la meritocracia se disuelve en los datos, lo que demuestra que el estancamiento en la clase en la que nació es más pronunciado que en el vecino del norte. En el lado sur de la frontera no se oculta ni se niega tener un apellido con peso, como sucede en EE.UU. con ciertos artistas, empresarios y políticos. Un ejemplo de esto es que Ricardo Salinas Pliego, uno de los empresarios más ricos de México, se enorgullece de su herencia y familia al describirse como bebe nepo en su biografía de Twitter. “¿Qué culpa tengo yo de que sus padres eran pendejos y no heredaron nada?”, llegó a publicar en esta red social.

Paul Stanley, socio de Osorio en el realidad mexicano, ni esconde de quién es hijo ante las cámaras del programa. “Te voy a dejar algo, y quiero que dupliques y multipliques ese algo”, contó que le dijo Paco Stanley una semana antes de ser asesinado. Mientras Paul estaba en el programa, se lanzó un documental sobre la muerte de su padre, el popular conductor y presentador de México. Como explicó Jones en su columna, “el hijo de una celebridad es un cebo de marketing fácil”, y varios lo acogieron La Casa de los Famosos con participantes como Osorio y Stanley.

Dinastías de fama y poder

Otros apellidos en México han logrado acumular tanta fama en cada rama del árbol genealógico que pueden ser considerados una de las familias más influyentes en el mundo del espectáculo en el país. Silvia Pinal se consagró como exponente de la época dorada del cine mexicano y todas sus hijas y algunas de sus nietas lograron triunfar ya sea actuando o cantando. Alejandra Guzmán, fruto del matrimonio de Pinal con el músico Enrique Guzmán, es cantante y ha tenido varias apariciones en telenovelas. Incluso el hijo menor, Luis Enrique Guzmán, a pesar de no haber incursionado en la industria, llena los titulares por ser “hijo de”. La última sobre una prueba de paternidad que cuestiona si el nieto de Pinal pertenece a la dinastía.

La hija mayor de la musa, la actriz Sylvia Pasquel, sigue trabajando sin descanso en producciones televisivas, mientras que su hija mayor, Stephanie Salas Banquells, ha compartido pantalla con ella en el programa Un día para vivir. Salas continuó el legado al tener una hija con Luis Miguel, quien en vez de empezar como bebe nepo en el cine o el modelaje, optó por monetizar su fama heredada a través de las redes sociales. Michelle Salas ha encontrado su propio lugar como ‘influencer’ mexicana.

Paralelamente, otra actriz de la época dorada comenzó su propio clan actoral. Lucille Silvia Derbez fue la primera de la saga. Dio a luz a Eugenio Derbez y a su hermana, Silvia Eugenia, ambos también actores. El primero debutó como comediante y toda su descendencia se dedica a lo mismo que su abuela y su padre. Aislinn, Vadhir y José Eduardo son actores con mayor o menor presencia en los últimos años. La menor, Aitana, todavía tiene ocho años, pero ya destaca en las revistas del corazón y tiene más seguidores en Instagram que posiblemente todos los lectores de este artículo juntos. “El viaje de un bebé nepo comienza cuando son literalmente bebés”, recuerda Jones.

Tres generaciones de cantantes

En el campo de la música, uno de los largos linajes mexicanos de fama son los Aguilar. Todo comienza con el famoso cantante y actor Antonio Aguilar, quien compartió pantalla con su esposa, la también musa del cine, Flor Silvestre. Mientras ese matrimonio destinado al éxito estaba de gira, nació otro cantante en la familia: Pepe Aguilar, quien tras acumular millones de discos vendidos fundó su propia compañía discográfica. Así como acompañaba a sus padres en las giras, también lo hacían sus hijos, sus cantantes: Leonardo y Ángela Aguilar. Este último ya cuenta con varias nominaciones a los Grammy, colaboraciones con artistas consagrados en la música como Steve Aoki y ha venido a cantar el himno nacional de Estados Unidos a Barack Obama en la casa de Antonio Banderas. “Cuando Obama era muy pequeño, mis padres sí venían por allí”, reconoce en una entrevista con EL PAÍS.

La historia se repite con su compañero de profesión, Álex Fernández, hijo de Alejandro Fernández. Álex acompañó a su padre en una de sus últimas giras como invitado especial, pero todas las luces estaban puestas en Alejandro. Hijo del mariachi Vicente Fernández, reconoce que ser un bebe nepo es una carga pesada. “Pesa mucho, pesa mucho. Pero como dice el refrán: si la vida te da limones, haz limonada”, explicó en una entrevista. Su hijo Álex también ha seguido ese mantra, necesario para continuar con la tradición familiar de cantaores. “Siento que tengo una obligación. Tal como me enseñó mi padre, no puedo fallarle a mi hijo y tengo que hacer lo mismo. Mi padre dio su vida por mí. Yo haré lo mismo”, dijo Alejandro a este periódico.

Independientemente del peso del talento sobre el apellido, los hijos de los famosos han inundado el sector. Jones admite que el fenómeno siempre ha estado presente en mayor o menor medida en Hollywood, pero destaca un matiz. “Hoy no solo son abundantes, están prosperando”, dice el escritor. La fama, como la riqueza, es un bien que se acumula y que encuentra en los contactos de la industria el entorno ideal para crecer, los famosos lo saben. Y cuando se funde en una pareja con dos apellidos gastados en revistas, llega a su apoteosis. Y si no, díselo a los hijos adolescentes de los amigos Salma Hayek y Alfonso Cuarón. el hijo del director Roma Subió a sus redes sociales que su acompañante para su graduación fue ni más ni menos que Valentina Pinault.

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By Prensa de México

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