Fitch Ratings rebajó las calificaciones de largo plazo en moneda local y extranjera de Petróleos Mexicanos (Pemex) de BB- a B+ con perspectiva negativa. La calificadora de riesgo también rebajó en este mismo rango la valoración de 80.000 millones de dólares de billetes internacionales de la paraestatal en circulación. Dado el débil desempeño operativo de la estatal y el pronóstico de que la petrolera limitará aún más sus fuentes de financiamiento de bancos, inversionistas y proveedores, Fitch redujo varios de los puntajes de relevancia de la compañía en términos de gobernanza, medio ambiente y asuntos sociales. La nota de Pemex, la petrolera más endeudada del mundo con un pasivo de más de 107.000 millones de dólares, está cuatro escalones por debajo de la calificación de México.
“La reducción de estos puntajes refleja el impacto ambiental y social asociado a múltiples accidentes en las instalaciones operativas de Pemex desde febrero de 2023, que resultaron en víctimas y lesiones a sus empleados y daños a infraestructura y activos críticos”, menciona la calificadora en el informe. desglose de su evaluación.
La calificadora ha expresado su preocupación por la capacidad y disposición del Gobierno de López Obrador para mejorar la liquidez y estructura de capital de la petrolera en el último tramo de su mandato. “Pemex enfrenta vencimientos de bonos de deuda internacional por 4,600 millones de dólares en 2023 y 10,900 millones en 2024. El refinanciamiento de esta deuda expondrá a la empresa a mayores gastos por intereses que estresarán aún más su flujo de caja. La imposibilidad de refinanciar deuda de los mercados de capitales con instrumentos financieros similares u otros a largo plazo exacerbaría su riesgo de liquidez a fines de 2024”, advierte la agencia.
Detrás de esta rebaja en la calificación de Pemex hay una abultada deuda de más de 107.000 millones de dólares y millonarios vencimientos de estos compromisos que se agotarán en los próximos 24 meses. La agencia destaca que la empresa estatal depende en gran medida de los mercados internacionales de capital para refinanciar su deuda existente, mientras que el costo de refinanciamiento se estima en casi $ 13 mil millones para 2025.
A los compromisos financieros se suman los diversos problemas operativos que han culminado en incendios e incluso muertes de su personal. El último incidente ocurrió la semana pasada en Campeche, dejando dos muertos y un trabajador desaparecido. “Fitch cree que los múltiples incendios en activos e infraestructura críticos que resultaron en numerosas lesiones y muertes de sus empleados reflejan preocupaciones relacionadas con la gestión de sus operaciones y la falta de gastos de capital de mantenimiento en sus activos e infraestructura”, dice.
Ante el peso de la deuda y la necesidad de inversión en mantenimiento, Fitch advierte que Pemex será cada vez más una carga para el Gobierno. La calificadora calcula que el gobierno federal tendrá que gastar aproximadamente 20,000 millones de dólares más de lo que recibe de la empresa en 2026 y 2027, para mantener a flote a Pemex.
De acuerdo con los criterios de la agencia, las calificaciones B indican que existe un riesgo significativo de incumplimiento, pero se mantiene un margen de seguridad limitado y que las entidades en este rango están cumpliendo con sus compromisos financieros; sin embargo, la capacidad de pago continua es vulnerable al deterioro del entorno comercial y económico. En 2021, el Gobierno de López Obrador concluyó el contrato de servicios con Fitch, argumentando una reestructuración presupuestaria y a partir de esa fecha dejó de enviar información financiera, sin embargo, la calificadora de riesgo decidió seguir evaluando la paraestatal.
Aunque al llegar a Palacio Nacional y con la soberanía energética como bandera, el presidente López Obrador abrió la puerta a un abanico de estímulos a favor de las finanzas de Pemex —más de 45.000 millones de dólares de 2019 a 2022— con capitalizaciones, exenciones de impuestos y otras formas de apoyo para reflotar la paraestatal, esta ventana se ha ido cerrando a lo largo de los años. En su más reciente informe financiero, la petrolera indicó que durante el primer trimestre de este año no recibió aportes del gobierno federal. Esta señal desde Palacio Nacional no ha pasado desapercibida para las calificadoras.
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