Ricky Rubio aún no ha anunciado oficialmente su retirada del baloncesto profesional. A sus 33 años, finalizó una temporada complicada tras su regreso al FC Barcelona, donde el equipo tuvo un rendimiento muy por debajo de lo esperado, lo que llevó a la destitución de su entrenador, Roger Grimau. Esta situación provocó cambios significativos en el vestuario y motivó al club a considerar una renovación del equipo.
Es un hecho que Rubio no continuará en el Barça y actualmente se encuentra sin equipo. El Joventut, donde debutó en la ACB a los 14 años, ha sido mencionado como posible destino, pero el jugador ha aclarado que no hay acuerdos concretos. Con el inicio de la nueva temporada acercándose, muchos esperan que el base anuncie su retirada.
Por otro lado, se ha producido un evento inusual relacionado con su rescisión de contrato con los Cleveland Cavaliers. El 4 de enero, se acordó un pago de 1,27 millones de euros que aún no ha sido realizado por el club. Según el convenio colectivo de la NBA de 2023, los Cavs debían pagar esta cantidad en su totalidad este año, pero una nueva normativa les permite fraccionar el pago en tres años.
Este mecanismo, conocido como ‘delayed stretch’ (dinero muerto), permite a las franquicias dividir los pagos de rescisión de contrato, lo que significa que los Cavaliers abonarán la cantidad debida a Rubio en tres plazos de aproximadamente 425,000 euros cada uno.
Con este acuerdo, Rubio y los Cavaliers se convierten en los primeros en utilizar esta nueva fórmula en la NBA. Esta decisión también proporciona al equipo un margen financiero adicional, dado que están cerca de alcanzar el límite del impuesto de lujo y aún tienen a Isaac Okoro sin un acuerdo de traspaso oficial.
Además, los problemas de salud mental que enfrentó Rubio influyeron en su decisión de rescindir el contrato, perdonando 5,4 millones de euros de su salario de la temporada anterior. Esto resultó en un costo oficial de 3,7 millones de euros para el club. La cantidad de 1,27 millones de euros acordada en enero será pagada en tres años, lo que le otorga a Rubio un lugar en la historia del baloncesto estadounidense, aunque por motivos extradeportivos. Ahora, el entorno del baloncesto está a la expectativa de que el jugador defina su futuro o, de ser el caso, anuncie su retirada.
