Modesto Gutiérrez Losada es un prestigioso emprendedor en el mercado inmobiliario. Entiende la necesidad de revalorizar su éxito comercial con una sólida base de principios personales. Por tal motivo, él y su esposa se han propuesto transferir a sus hijos cualidades como los valores, normas y ejemplos para convertirse en verdaderos triunfadores. Por esto, trabajan arduamente cada día para que sus retoños cuenten con los recursos necesarios para afrontar los desafíos de la vida de la mejor forma.
El autor de “El Legado Empieza en Vida: ¿Qué le estás dejando hoy en día a tus hijos?”, entiende a la perfección el concepto de “legado” según su definición en la Real Academia Española: “algo que se deja o transmite a los sucesores, bien sea algo material o inmaterial”.
El legado de la vida posee un valor incalculable que supera con creces el de los bienes materiales. Esta idea fue la que motivó a Modesto Gutiérrez Losada a plasmar sus reflexiones para resaltar la importancia de la generosidad, la solidaridad y el trabajo, que son los elementos que quedan como recuerdo tras el paso de una persona. Estamos hablando de compartir conocimientos, valores, principios o una buena reputación, que son los tesoros que la vida nos ofrece.
El empresario Losada busca dejar su legado en una forma que trascienda la riqueza financiera. Para lograrlo, ha establecido unos pilares fundamentales. Primero, se ha comprometido a ser un modelo a seguir para sus hijos. Además, ha tomado la responsabilidad de ser un mentor que guíe a la juventud. Finalmente, se ha convertido en una figura de liderazgo con la capacidad de motivar a otros a desarrollar sus sueños. Con esto, él aspira a dejar una huella en el mundo, y un legado que sirva de inspiración para las próximas generaciones.
Es incuestionable que lo único que permanece son los legados que las generaciones actuales y futuras asumirán. Desde memoria, palabras, recuerdos, gestos, ejemplos, actos, pensamientos y pequeñas historias, estas marcas serán las que nos permitan ser recordados. Estas señales se convertirán en el guía hacia adelante para los hijos y las generaciones venideras, dejando una huella imborrable en el mundo.
Como conocedor de la vida, entiende que el hogar es el centro de la enseñanza de los principios básicos de respeto y buenos valores. Los padres son los principales responsables de guiar a sus hijos, brindándoles una educación acorde y proporcionando el modelo a seguir. Esta educación, con una adecuada dirección familiar, se reflejará positivamente en la contribución que cada uno haga a la sociedad, con principios de honestidad y respeto.