Un cheque fiscal de 9.500 euros para jóvenes de entre 18 y 34 años, aplicable en la declaración de la Renta durante hasta ocho ejercicios y orientado a aliviar los principales costes que se afrontan en los primeros años de vida laboral: la adquisición de una vivienda, la financiación de un proyecto de emprendimiento, la formación o la constitución de una familia. Estos son a grandes rasgos los perfiles del IRPF joven que acaba de lanzar el PP como propuesta para abordar las apreturas financieras de los más jóvenes.
La medida, dicen los populares, nace de un periodo de escucha activa y de la participación en diferentes foros con jóvenes del país y aspira a resolver el «grave problema» causado por las altas tasas de paro juvenil, los bajos salarios y el incremento de los costes fiscales que a su juicio están soportando los segmentos más jóvenes de la sociedad.
Bajo estas premisas, los populares han ideado un incentivo que no solo reduce de manera muy significativa la factura fiscal durante sus primeros años de vida laboral, sino que libera una cantidad de recursos que han estimado que puede llegar hasta los 9.500 euros, para sufragar los que han diagnosticado como las principales carencias que afrontan en esta etapa. A saber, la falta de recursos para acceder a una vivienda, para continuar su formación, para impulsar un proyecto empresarial o para formar una familia.
El dispositivo, que se podrían aplicar los jóvenes de entre 18 y 34 años durante los primeros cuatro años en que sus retribuciones les obliguen a hacer la declaración de la Renta, con un tope máximo de 45.000 euros a partir del cual se desactivaría, opera como una bonificación fiscal decreciente en el IRPF, en virtud de la cual el primer año se ahorraría el 100% del IRPF correspondiente al ejercicio, el segundo año el 75%, el tercer año el 50% y el cuarto año el 25%.
No se trata de un ahorro lineal, sino que el contribuyente puede dosificarlo en el tiempo y constituir una especie de bono fiscal que puede aplicar durante un periodo de ocho años, siempre con el límite de edad de 34 años.
Según una estimación realizada por el propio PP para el caso de un joven con un sueldo de 26.000 euros y, por tanto, una factura fiscal anual estimada de 3.800 euros, el primer año el ahorro del incentivo le permitiría ahorrar la totalidad de esos 3.800 euros; el segundo, la factura fiscal se le reduciría en 2.850 euros, teniendo que pagar únicamente 950 euros:, el tercero, el ahorro sería de 1.900 euros; y el cuarto de 950 euros, haciendo frente a una factura fiscal de 2.850 euros. En total, un ahorro de 9.500 euros. Lógicamente, esta cifra puede variar en función de la cuantía del salario.
«Una persona que gana 26.000 euros pagaría en cuatro años a la Hacienda Pública un total de 15.200 euros en IRPF en el marco actual; sin embargo, con este plan pagaría 5.700 euros, generando un ahorro fiscal de 9.500 euros. En el caso de una pareja podrían acumular un ahorro de 19.000 euros», explica el PP, en una nota.
Para impedir que el límite de 30.000 euros pueda actuar como potencial inhibidor de eventuales subidas salariales, la propuesta del PP prevé que el incentivo continúe activo para salarios de hasta 45.000 euros, si bien solo operaría para los primeros 30.000 euros. En estos casos, la factura fiscal también se vería reducida de manera ostensible, ya que según las estimaciones realizadas por los populares para un sueldo de 45.000 euros la factura fiscal estándar de 9.549 euros quedaría reducida a 4.578 euros para los menores de 35 años.
El PP entiende que la medida sería asumible presupuestariamente ya que supondría un esfuerzo de alrededor de 2.100 millones de euros.